miércoles, 27 de febrero de 2013

Errare humanum est

Es fácil pararse a pensar ¿quién soy? ¿cómo he acabado aquí? ¿qué camino debo seguir ahora? ¿lo estoy haciendo bien?...
Lo difícil es obtener una respuesta a cada una de estas preguntas.
Preguntas, preguntas, preguntas y más preguntas...¿ Adónde nos llevan tantas cuestiones? ¿solucionan dudas? ¿o nos proporcionan otras tantas?
Quizás lo mejor sea seguir hacia adelante, perderse en los laberintos del destino, seguir tus instintos y no preguntarse por los porqués que puedan surgir en el camino.

Se podría decir,  que el perderse sirve para encontrarse a uno mismo. Para llegar a contemplar la transparencia del alma: la luminiscencia de la vida. Ese color característico que aporta un brillo especial a la existencia.

 Pero, sea como sea, lato sensu, hemos nacido para errar, para aprender, para reír y llorar,..pero NUNCA para arrepentirse.





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