lunes, 7 de julio de 2014

Si se le puede llamar...¿vida?

En momentos como estos, quizás es preciso pararse a pensar en lo que realmente está sucediendo a nuestro alrededor. Vivimos...vivimos días tranquilos, días felices, días tristes, días oscuros y nublados y días porque sí sin entrañar la diferencia entre cada uno de ellos. 
Puede que la finalidad de la vida no sea la felicidad como meta, sino como camino. Y esto es algo que -opino- todos deberíamos aceptar y asumir.
Las experiencias nos condicionan, los problemas nos inhabilitan y las ilusiones nos dan esperanzas (a lo mejor demasiadas). Pero, ¿quién no ha divagado alguna vez dejando volar su imaginación hasta posarse en un mundo ideal dónde todo es como soñamos?
La diferencia radica en tener los pies en la tierra (aunque tengamos la cabeza en las nubes) y en no decaer ante las adversidades. 
Sé que suena fácil decirlo, pero que, en cambio, cuesta toda una ¿vida? hacerlo; y muchos ni lo logran. Y es que el truco está en la autoestima.
Así que, si en algún momento, alguien cree que no valéis, demostradle que se equivoca. Y no estoy hablando de entrar en discusión o banalidades, porque, son los HECHOS los que hablan por sí solos y los que proporcionan una defensa irrefutable.

Por eso, cuando sientas que tu ¿vida? no tiene sentido, que no te valoran y que todo va mal. TEN FE EN TI , pues nadie conoce sus límites mejor que uno mismo. 

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